Cómo enfrentar al complejo de inferioridad
Cuando entiendas esto, todo cobra un mejor sentido.
Puedo afirmar con total seguridad que el 99% de las personas que habitan este planeta sufre o sufrió alguna vez de algún complejo de inferioridad. El 1% afortunado se lo dejo a los monjes que viven en el Tibet.
Pero la verdad más liberadora es la siguiente:
En algún sentido, todas las personas son inferiores en algo con respecto a otra. Por ejemplo, yo sé que jamás podré jugar al fútbol como lo hace Messi, escribir tan bien como Stephen King o cantar como lo hace Sam Smith.
Soy consciente de eso, pero saberlo ya no me induce sensaciones de inferioridad conmigo mismo o arruina el transcurso de mi vida. Simplemente porque no tiene sentido compararme desfavorablemente con ellos para después concluir que no soy bueno por no alcanzar sus mismos niveles de habilidad.
Lo mismo aplica, en algunos aspectos, con los emprendedores con los que trabajo, los diseñadores que sigo en redes y algunos corredores de mi equipo de running. Está claro que son mejores que yo en algunas áreas, pero ninguno de ellos puede diseñar como yo lo hago, sabe lo que yo sé sobre UX y Product Growth, o cualquier otra cosa que yo hago mejor que ellos. Y aún así estoy seguro que no se sienten inferiores por eso.
El complejo de inferioridad no aparece por hechos concretos o experiencias, sino por las conclusiones que llegamos sobre esos hechos y la evaluación que hacemos sobre esas experiencias.
Que yo no pueda jugar al fútbol como lo hace Messi no me hace una persona inferior. Y que Stephen King o Sam Smith no sepan diseñar los puede hacer “inferiores diseñadores”, pero no inferiores personas.
Todo se reduce a entender en qué nos comparamos y con quiénes nos comparamos.
Cuando intentas superarte a vos mismo desde un estado de inferioridad, lo que terminas haciendo es agravar el complejo. Crees que la solución a tu inferioridad es volverte tan bueno como los demás y la manera de lograrlo es superándote a vos mismo.
Y al final, ese gran esfuerzo que hiciste se traduce en más frustraciones y problemas. Todo se vuelve más miserable que antes y cuanto más lo intentas, más miserable te sentís.
Lo que quiero que entiendas es que superioridad e inferioridad son dos caras de la misma moneda. Una moneda que simplemente no tiene sustento.
Cuando la verdad es la siguiente:
No sos inferior a nadie. No sos superior a nadie. Simplemente sos vos.
Vos con tu personalidad no puede competir con ninguna otra personalidad, simplemente porque no existe en la tierra nadie igual a vos. No sos como ninguna otra persona y jamás podrás convertirte en otra persona. Tampoco tiene sentido que lo hagas.
Un estudio interesante:
Un psicólogo quiso descubrir cómo el complejo de inferioridad afecta nuestra capacidad para resolver problemas. Para eso, le asigno a un grupo de estudiantes una serie de tareas que debían completar. Antes de comenzar, le dijo a los estudiantes que una persona promedio es capaz de terminar el examen 5 veces más rápido de lo que realmente lleva.
En un momento de la prueba, una campana sonó anunciando que se había acabado el tiempo para la “persona promedio”, lo que provocó que las personas más brillantes de la clase se sintieran incómodas e incompetentes por no haber terminado los ejercicios a tiempo y en consecuencia, se percibieron como unos idiotas.
No tiene sentido que te sigas midiendo con los estándares de otra persona. Vos no sos ellos y de eso se trata. Ellos no son vos y de eso se trata.
Cuando entiendas esa verdad, cuando entiendas que vos sos dueño de cualidades y habilidades que te hacen único y que no existe nadie en la tierra con las mismas características y en las mismas proporciones, todo sentimiento de inferioridad se desvanece.
Y eso dejará espacio para la mejor parte:
Trabajar para potenciar aún más lo que ya existe en vos.
Un abrazo,
Agustín
Nuevo episodio del podcast
No Sigas tu Pasión. Te Cuento Por Qué – "Seguí tu pasión" es de las frases más populares y escuchadas en internet, cuando en realidad es de los peores consejos que podes aplicar para conectar con lo que verdaderamente te gusta. En este episodio te comparto el método para que descubras lo que te apasiona desarrollado por alguien que estudió a fondo este tema y sabe muy bien de lo que habla.
Una cita para reflexionar
”Otro error muy común es definir objetivos ambiguos por no creer en vos mismo o en tu potencial. La verdad es que nunca vas a descubrir todo tu potencial en tanto no salgas afuera y comiences a tomar acción. La mente humana es una de las maquinas más poderosas en la tierra. Por lo tanto, es probable que logres mucho más de lo que te imagines.” – Thibaut Meurisse
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