Una de las cosas que más me atrapó de internet fue la idea de que adentro de ella las barreras desaparecían. Literalmente.
Recuerdo que a los 13 años, cuando Facebook ni siquiera llegaba a ser algo, me las ingeniaba para hacerme conocido en foros y comunidades virtuales, simplemente por el deseo de llegar a personas que compartieran los mismos intereses y crearan conmigo.
Esa travesía me llevó a crear proyectos en la web con jóvenes de otros países del mundo y de conocer a personas que me ayudaron a darle vida a mis ideas.
A lo largo de mi vida, el sueño de “vivir de lo que amo hacer” resonaba en mi cabeza todos los días. No había un segundo en donde no pensara en ello y no hubo un año desde los 15 que no trabajo en algún proyecto que me permita expandir mi creatividad y conocimiento.
Viéndolo en perspectiva, estaba haciendo todo lo opuesto a lo que la sociedad y mi familia en su momento esperaban para mi:
Estudiar una carrera universitaria conocida
Conseguirme un trabajo seguro
Subir la escalera corporativa
Jubilarme para finalmente hacer lo que quiera
Para ellos, resultaba imposible la idea de poder crear una vida por fuera del estándar de lo conocido. Y aunque todo el horizonte que tenía por delante era desconocido, seguí trabajando en mis proyectos por la simple necesidad de mantener mi cordura.
La mayoría de las personas no saben que los proyectos personales son la puerta de entrada al futuro que quieres para tu vida. Una cosa no puede existir sin la otra.
El camino opuesto a eso es vivir por programación, haciendo la vida que la sociedad ya preparó para nosotros y trabajando en proyectos que otras personas crearon para ellas y su libertad. Si no destinas al menos 1 hora del día trabajando en tus sueños, terminarás destinando 8 horas de tu vida trabajando en el sueño de otro, por siempre.
Un aviso antes de continuar:
Estoy buscando a 5 profesionales del diseño y la arquitectura que quieran aumentar la facturación de sus servicios, diferenciarse y tener clientes consistentes en los próximos 6 meses. Si este objetivo te resuena, agenda una llamada conmigo.
Hace relativamente poco logré entender la razón por la que es tan común que nuestros padres y adultos nos impulsen a llevar una vida de “programación” en vez de una de “diseño”.
Básicamente, porque ellos crecieron y se desarrollaron en el viejo paradigma de este mundo.
El Viejo Paradigma
En el viejo paradigma, las posibilidades eran muy limitadas y la información era un monopolio del que pocos gozaban.
Estudiar una carrera universitaria tenía un enorme poder y prestigio para la sociedad, porque eso significaba tener acceso a un conocimiento casi alquímico que permitía resolver problemas, crear soluciones y servir a las personas.
Las empresas e instituciones eran el único espacio en donde los profesionales podían desarrollarse, hacer dinero para prosperar en la vida y aportar valor a la sociedad.
Todo cerraba por todas partes:
La sociedad no tenía acceso universal al conocimiento
Las universidades eran el único ingreso “oficial” a ese conocimiento
Las empresas necesitaban personas con conocimiento para crecer y expandirse
En este contexto, estudiar una carrera universitaria y entrar a una empresa era garantía de éxito para conseguir trabajo, estabilidad y proyección profesional.
Pero ya no estamos en este mundo, ¿verdad?
Bienvenido al Nuevo Paradigma
Cuando escucho hablar a los adultos de generaciones anteriores sobre cómo lograron lo que lograron, siento como si me estuvieran hablando de un mundo del que nunca llegué a conocer ni por asomo.
¿Estudiar una carrera universitaria, conseguir un trabajo estable y jubilarse en el mismo lugar que entraste cuando tenías 22 años? No existe.
No existe y sin embargo muchos, conscientes o inconscientes de ello, todavía creen que esa es la manera de prosperar en el nuevo mundo.
Porque el Nuevo Paradigma que vivimos es completamente opuesto a su antecesor:
El conocimiento pasó a ser un commodity
Las universidades ya no pueden estar a la vanguardia de la información, ni mucho menos garantizarnos prosperidad personal y profesional
Las empresas dejaron de ser el lugar “seguro” para desarrollarse, hacer dinero y aportar valor a la sociedad
La realidad que hoy vivimos es completamente diferente y aún así la mayoría de las personas, por comodidad o ignorancia, no saben cómo sacar provecho de las herramientas y enormes oportunidades que hoy tenemos.
Viéndolo en perspectiva, siento que el Nuevo Paradigma comenzó a gestarse en los años en el que daba mis primeros pasos en ese fantástico mundo llamado internet.
Tengo mucho para criticarle a las redes sociales, pero si hay algo para reconocerle es que permitieron que todo el poder de internet se expandiera para permitirnos sacar el máximo provecho de ella.
Y en gran parte gracias a esto, hoy podemos:
Trabajar desde donde sea
Ser muy bien recompensados por nuestras habilidades
Tener acceso a clientes de todo el mundo, sin depender de la economía del país donde vivimos
Para una persona que desarrollo su vida en el Viejo Paradigma todo esto es tan surrealista que les asusta.
¿Cómo que es posible tener un negocio exitoso sin importar donde vivas?
¿Cómo puede ser que un adolescente que deja la universidad esté facturando millones de dólares mientras que un profesional con título universitario apenas llega con su sueldo?
Esta última parte si que me afectó mucho.
Porque a diferencia del discurso hegemónico que existe en las redes, yo si creo que en el poder transformador de la universidad y del valor que tiene estudiar una carrera universitaria.
¿Eso quiere decir que todos deberían estudiar una? Para nada. Pero tampoco creo que hacerlo sea una pérdida de tiempo.
Sin embargo, hay una realidad que no podemos ignorar:
Las universidades no están en condiciones de preparar a las nuevas generaciones para prosperar en el Nuevo Paradigma.
Y si estoy hablando de las carreras en general, peor si estudiaste diseño o arquitectura.
Negocios y marketing es de lo último que se habla en las carreras “creativas”, cuando en la práctica son las dos herramientas más importantes para aprovechar el máximo potencial de nuestra profesión en el Nuevo Paradigma.
El punto al que quiero llegar, si todavía no es evidente, es que no podemos esperar diferentes resultados aplicando las mismas prácticas que funcionaron en un mundo que hoy ya no existe.
Recibirte de una carrera, hacer buenos trabajos y esperar sentado a que los clientes te caigan del cielo hoy es una pésima estrategia. Y esto sucede, fundamentalmente, por la ignorancia de no haber sido formados con las herramientas y mentalidad necesaria para ser autores de nuestro propio destino.
Si quieres prosperar en el Nuevo Paradigma en el que vivimos, es fundamental que sepas:
Cómo diferenciarte en el mar infinito de opciones disponibles en internet
Cómo sacar provecho de las herramientas que nos aporta internet para trabajar en proyectos de alto valor
Cómo crear ofertas irresistibles que hagan que tus clientes no puedan decirte que no
Diferenciación
La mayoría de los diseñadores corren del miedo cuando les hablo sobre la importancia de diferenciarse. Creen que si lo hacen:
Perderán oportunidades
Nunca más irán a contratarlos
Tendrán menos clientes
La diferenciación es y será por mucho tiempo de los principales superpoderes en el Nuevo Paradigma y aún así el 80% lo subestima.
Más de una vez hablé sobre esto, pero me hubiese sido imposible llegar a las oportunidades que se me abrieron sino hubiese creado una comunidad para diseñadores y no hubiese trabajado en mi diferenciación todo este tiempo.
En su momento no me daba cuenta porque mi única intención era aportar valor, pero luego terminé de entenderlo gracias a una famosa frase de Jason Fried, co-fundador de Basecamp:
“Las personas trabajan con personas que conocen, creen y les agrada.”
Si no comienzas a diferenciarte:
Llegar a oportunidades te será difícil
Crecer una audiencia te será difícil
Tener clientes de alto valor te será difícil
Básicamente, porque a las personas les resultará imposible conocerte, creerte y agradarles.
Si tuviese que empezar a trabajar en mi diferenciación, haría lo siguiente:
Trabajaría hasta darme cuenta qué me gusta y se me da bien
Crearía una lista de los nichos con los que me gustaría trabajar
Seleccionaría una categoría de nicho por la que me gustaría ser recordado
Crearía una propuesta única de valor alrededor de esa categoría
Trabajaría en mi posicionamiento alrededor de esa propuesta de valor
Hablaría con personas para validar mi propuesta de valor
Usaría ese feedback para ajustarla con velocidad
Me apropiaría de mi categoría con proyectos y contenidos que respalden mi experiencia
¿Lleva tiempo? Si
¿Vale la pena? Cada segundo de tu vida
Y si a mi me funcionó, no hay razones para que a vos no te funcione.
Las herramientas del Nuevo Paradigma
Vivimos en un mundo en donde es literalmente posible conectar con cualquier persona en el mundo. Si te quejas porque tu agenda de proyectos no está llena, es porque algo está roto.
Las redes sociales son una vidriera para llegar a las personas con las que quieres trabajar. Siempre y cuando entiendas cómo usarlas a tu favor.
El mayor error que comete el 80% de los profesionales del diseño y la arquitectura es limitarse a subir sus trabajos en redes y plataformas afines para que les llegue trabajo, de la misma forma que un pescador pone un anzuelo en la caña y esperar horas hasta que un pescado aparezca.
Si hoy tu estrategia consiste en compartir trabajos, necesito decirte que estás haciendo exactamente lo mismo que el resto. En cambio, podrías estar aprovechando:
El poder que tiene crear contenido alineado a los dolores específicos de tu cliente
La oportunidad de cultivar relaciones en redes que luego se convertirán en trabajo
La ventaja competitiva que te aporta construir una audiencia
No existe una única receta para todo esto, más que la receta que mejor te funcione a vos.
Lo único que no puedes hacer es no hacer nada.
Ofertas irresistibles
Si tu cliente no está convencido de comprarte, es porque tu oferta no es lo suficientemente atractiva.
Cuando hablo de crear ofertas irresistibles, me refiero a ofertas tan poderosas para la transformación de tu cliente y tan únicas que literalmente se sienta un idiota si no te compra.
En cambio, lo que termina sucediendo es que:
Todos los profesionales ofrecen lo mismo
Empaquetado de la misma forma
Compitiendo por precio para no perder al cliente
Hoy más que nunca necesitas comenzar a crear ofertas no desde las propiedades que posee el diseño, sino desde los beneficios y el valor que se lleva tu cliente.
Y tu cliente, lo único que se pregunta es…
¿Esto me ayuda a ganar tiempo?
¿Esto me ayuda a aumentar la retención de mi cliente?
¿Esto me ayuda a aumentar las ventas?
¿Esto me ayuda a reducir costos?
Enfócate en la transformación que quiere tu cliente ideal y diseña ofertas que le permitan pasar de su estado de dolor a su estado deseado. El diseño es simplemente una parte para lograr ese objetivo.
Por todo esto…
Es que no puedes quedarte atrás.
El Nuevo Paradigma nos aporta un universo de posibilidades y oportunidades que en otra época eran impensadas, pero que sólo están disponibles para quienes estén dispuestos a sacar provecho de ella y jugar bien sus cartas.
Como dije en mi correo anterior, creo que cuando uno ama algo tiene que cuidarlo y hacer todo lo posible para que ese algo crezca y prospere.
Me gusta pensar que las oportunidades llegan para quienes están preparados, pero el tiempo y la experiencia me demostró que siendo bueno en lo que hacemos no alcanza.
Una cosa es crear una carrera de diseño y otra muy distinta es crear un negocio.
Una no puede prosperar sin la otra.
Y si quieres lo mejor para ambas, deberás abrazar las mecánicas del nuevo mundo que vivimos.
Te mando un abrazo,
Agustín
Nuevo episodio del podcast
Una cita para reflexionar
“Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas –la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias– para decidir su propio camino.” Viktor Frankl
El que avisa (2 veces) no traiciona
Mucho de lo que leiste arriba lo estarán aplicando 5 profesionales del diseño y la arquitectura que quieran aumentar la facturación de sus servicios, diferenciarse y tener clientes consistentes en los próximos 6 meses. Si quieres eso para tu año, agenda una llamada conmigo.