Diciembre siempre fue, al menos para mi, el mes de las reflexiones y retrospectivas.
En lo personal, este año fue de muchísima experimentación y en consecuencia, de muchas cosas que no funcionaron.
Es muy gratificante cuando las cosas funcionan, pero lo que nadie te cuenta es la cantidad de intentos fallidos que hay detrás del éxito.
Más de una vez me pregunté por qué no me animé antes a experimentar tanto para ganar la claridad que me permitirá crear algo increíble el año que viene (en próximos correos hablaré sobre eso). Y aunque sigo sin tener la respuesta, pude llegar a una conclusión mucho más poderosa:
Las personas fracasan porque les importa mucho lo que el resto piensa de ellas.
¿Qué pensarán mis padres si les digo que quiero renunciar a mi trabajo para emprender?
¿Qué dirán mis colegas si me ven creando contenido en redes?
¿Qué opinarán mis amigos si se enteran que quiero crear mi propio negocio?
Por cada idea de un mejor futuro, existen mil pensamientos que nos quieren tirar abajo.
Pero esta es una de las revelaciones más grandes a la que llegué este año:
Cuando confías en vos y en tu futuro, automáticamente las opiniones ajenas descienden al nivel más bajo de tu escala de prioridades.
Adoptar esa mentalidad es fundamental porque para obtener claridad y crear cosas increíbles en el mundo necesitarás probar mil cosas en el medio.
La mayoría de la personas admira el resultado, pero pocas se interesan por el proceso.
La mayoría de la personas fracasa porque se enfoca mucho en el resultado y no en el proceso.
Cuando emprendemos un nuevo camino que nada tiene que ver con nuestra realidad conocida, todo nos resulta nuevo e incómodo.
En el mejor de los casos, aprendemos del recorrido que hicieron otras personas que ya se encuentran donde nosotros queremos llegar. Hacer esto te facilita algunas cosas, pero no te garantiza el éxito. Básicamente, porque el éxito no se copia sino que se conquista.
Es muy fácil perder la seguridad en un mundo saturado de posibilidades, ruido e imágenes superficiales y distorsionadas de la realidad.
Entonces, ¿cómo es posible recuperar la confianza?
Los 4 pilares de la auto-confianza
Una creencia popular es que la confianza se gana a medida que ganamos conocimiento en algo.
El problema con esta idea es que la mayoría termina perdiéndose en un limbo de eterno aprendizaje, sin poner nada en práctica ni cuestionar lo que absorbe. Sin esto, resulta imposible desarrollar correctamente una habilidad y ganar confianza en cualquier situación.
Por eso creo que la auto-confianza se desarrolla cultivando los siguientes pilares:
1. Perspectiva
Cuando nos enfrentamos a una situación completamente nueva para nosotros, es muy común que la ansiedad se apodere de nuestro cuerpo y pongamos en riesgo el control de nuestras acciones.
Nuestra mente se congela y automáticamente volvemos a conectar con la imagen pasada que tenemos de nosotros.
Para evitar que esto te suceda, necesitarás hacer un esfuerzo consciente para reprogramar tu manera habitual de reaccionar a ciertas situaciones.
Puedes probar con lo siguiente:
Cuando la ansiedad llegue, pon en pausa el impulso de reaccionar.
Analiza la situación desde arriba para entender que es una situación más y que su contenido depende siempre del observador.
Imagínate cómo actuaría otra persona con más seguridad en esa situación.
Adoptar la perspectiva de otra persona con más confianza es una herramienta muy poderosa para actualizar tus creencias y comportamientos limitantes.
Cualquier persona, independientemente del valor que le atribuyas, experimenta problemas igual que todos.
Un dueño de agencia con cientos de clientes experimenta problemas.
Un diseñador que está expandiendo su negocio experimenta problemas.
Cualquier persona que se encuentre mentalmente por encima tuyo experimenta problemas.
La diferencia entre ellos y vos es cómo los enfrentan.
Actualizar tu manera de reaccionar frente a los problemas es un hábito que requiere de tiempo para establecerse. Paciencia.
2. Percepción
Cómo percibimos las cosas determina nuestra manera de actuar:
Si no ves la publicación de un dueño de negocio en LinkedIn como un oportunidad para que te conozca, no lo harás.
Si el problema que te acaba de acercar un cliente no lo ves como una señal para crear una nueva oferta en tu estudio, pasarás por alto el mensaje.
Las oportunidades florecen para el que tiene una menta abierta frente al mundo.
Percibimos a las personas de acuerdo a la manera en la que ellas buscan que las percibamos.
Y las personas te perciben de acuerdo a la manera en la que te presentas a vos mismo.
Este es uno de los principales pilares que menciono en mi curso Diseño de Portfolios Exitosos.
La calidad de los clientes que atraes es directamente proporcional a la calidad con la que te presentas al mundo.
Una imagen mediocre atraerá clientes mediocres, mientras que una imagen excepcional atraerá clientes excepcionales.
Si no adoptas la actitud por construir una imagen que genere una interpretación positiva en los demás, a la larga tendrás dificultades para aumentar tu confianza.
No descuides tu imagen, pero tampoco crees una que vaya en contramano a tus valores, personalidad y preferencias.
3. Práctica
Nuestra manera de percibir mejor las cosas aumenta a medida que mejoramos en una habilidad.
Adquirir habilidades valiosas y trabajar por mejorarlas es la manera en la que subimos de nivel en el juego de la vida.
A medida que avanzamos en un emprendimiento o proyecto, comenzamos a identificar la necesidad de adoptar ciertas habilidades que nos permitirán desbloquear el siguiente nivel del juego.
Pero este punto es importante:
No podrás acceder a una nueva habilidad en tanto no ejercites las habilidades que actualmente posees.
No tiene sentido que desarrolles habilidades en ventas para vender mejor tus servicios si no eres buen ilustrador, brand designer o web designer.
Tampoco tendrás la capacidad de identificar nuevas oportunidades si todavía no desarrollaste tu habilidad para diseñar ofertas irresistibles.
Necesitarás ser honesto con el nivel en el que te encuentras, mejorar en tus habilidades y desarrollar aquellas que te permitan pasar al siguiente nivel.
Lo peor que puedes hacer es dejar de aprender y conformarte con el nivel en el que te encuentras.
4. Autenticidad
El último pilar para desarrollar la auto-confianza es tu capacidad para hacer lo que sea que quieras sin la interferencia de opiniones externas, pensamientos limitantes y necesidad de conformar al resto.
En un momento no muy lejano de mi vida todo lo hacía para encajar en una imagen muy limitada de lo que se esperaba que sea como diseñador y profesional.
Cuando me di cuenta que era el único responsable de lo que quería para mi vida, dejé de prestarle atención a lo que el resto podía pensar sobre mi y comencé a depositar mi energía en lo que era coherente conmigo.
La autenticidad es un ejercicio mental que se desarrolla y esclarece con el tiempo.
A la larga, es tu autenticidad la que te diferenciará del resto de las personas.
Préstale atención a las señales, profundiza en aquello que despierte tu curiosidad y busca la coherencia en todo lo que hagas.
Emprender un proyecto propio es la mejor manera que encontré para mantenerme constantemente desafiado, revisando mis creencias para descartar aquellas que no me ayudan a avanzar y expandir mi perspectiva a través de la adquisición de nuevas habilidades.
En vez de entregarte a lo que la sociedad espera de vos, ¿por qué no darle una oportunidad a ese proyecto que te llama por dentro?
Si tienes tiempo para cumplirle el sueño a otra persona, tienes tiempo para trabajar en cumplir el tuyo.
Sería una estupidez pensar que todo saldrá perfecto al comienzo. Básicamente porque estarás inmerso en un espacio completamente desconocido que requerirá de toda tu atención para familiarizarte con el a través del aprendizaje y la práctica.
En el mundo de hoy, herramientas como el marketing, copywriting y ventas son la estructura de un negocio digital exitoso.
En el mundo de hoy, la riqueza se genera con código y contenido.
El código es lo que le da forma a internet. El contenido es lo que hacemos de internet.
Usamos el código para acceder a las personas y el contenido para atraerlas y crear productos.
Antes se creía que aprender a programar era la habilidad que garantizaría riqueza a cualquiera que la adquiera. Aunque hoy sigue siendo una herramienta muy valiosa, no tiene sentido que la aprendas si no es algo que realmente te interesa.
En cambio, invertir tiempo construyendo tu audiencia, atender sus necesidades a través de contenido de calidad y diseñar ofertas que transformen su realidad es la mejor manera de crear y escalar un negocio digital en la nueva era.
Eso fue exactamente lo que me permitió llegar a clientes de manera consistente y cobrar por mis servicios en base a lo que yo creía que valía mi trabajo en vez de buscar competir con el que cobraba menos.
Creo que la razón por la que mucha gente tiene miedo de emprender algo propio o crecer su negocio es porque le da ansiedad la idea de lo que eso implica.
Les da ansiedad crear contenido para un nicho.
Les da ansiedad los cambios que implican crear un negocio sólido.
Cuando te pase eso no existe mejor antídoto que la pausa.
Poner en pausa los pensamientos.
Observar desde arriba las ideas que dan vueltas por la cabeza.
Volver al presente.
Una ansiedad como esa se cura con la curiosidad.
La razón por la que te da ansiedad crear tu propio negocio o hacerlo crecer es porque te proyectas muy a futuro cuando la claridad es inexistente. Es imposible para tu mente traer orden cuando la incertidumbre del futuro es tan grande.
Por eso es importante volver tu atención a las cosas que puedes comenzar a hacer hoy en el presente.
Abraza la curiosidad por lo que podrías aprender hoy para dar el siguiente paso y comienza a hacerlo.
Por eso, si quieres hacer del 2024 el año de crecimiento y construcción de un negocio rentable con confianza realiza lo siguiente:
1. Comienza a escribir
La escritura es una de las herramientas más poderosas para la reflexión, la depuración de ideas y para traer orden a tu mente.
La escritura es también el vehículo que tenemos para transmitir nuestras ideas con el mundo y crear comunidades digitales.
Un tweet, un reel, un video para Youtube. Todo comienza con un guión.
Comparte tus ideas con el mundo y el mundo vendrá a buscarte.
2. Crear un producto o servicio
A medida que vayas compartiendo tus ideas y aportando valor en público, comenzarás a notar que tu audiencia está creciendo.
Tener personas es el primer paso para tener un producto. No a la inversa.
Para que el dinero llegue se necesitan dos cosas: personas y productos.
Un producto también puede ser un servicio. Lo importante es tener una oferta que le resuelva un problema real a tu público.
Un producto o servicio propio es la manera de tener control total sobre tus ingresos.
3. Invirtiendo en educación de calidad
Con educación de calidad no me refiero a asistir a las mejores instituciones o academias, sino a información y conocimiento valioso creado por personas que ya llegaron a donde quieres llegar.
Muchas personas subestiman esta parte porque descuidan el enorme valor que hay detrás de una persona que ofrece todo su conocimiento, experiencia y procesos en un curso. Después se lamentan cuando los resultados no llegan.
Si algo es importante para vos, no hay nada mejor que dejarse ayudar por las personas que mejor saben por lo que estás pasando.
Lo que más deseo para vos es que el próximo año sea de mucha experimentación y sobretodo, que te animes a hacer lo que te nace sin importarte lo que el resto pueda pensar.
Esa es la mejor manera de ganar confianza, siempre.
Hasta la próxima,
Agustín
Nuevo episodio del podcast
Una cita para reflexionar
"Te conviertes en aquello a lo que le prestas atención. Si tú mismo no eliges a qué pensamientos e imágenes te expones, alguien más lo hará por ti". - Epicteto
Un regalo para vos
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