Hace unos años aprendí una de las lecciones más importantes para mi vida y profesión de la mano del libro Atomic Habits de James Clear:
La diferencia entre movimiento y acción.
Sería divertido decir que era parte del 1% que no conocía este contraste, pero me atrevo a decir que es un problema que el 99% de nosotros sufre o sufrió en algún momento.
A todos nos gusta sentir que estamos haciendo algo por nuestros objetivos y sin embargo, son pocos los que obtienen resultados. ¿Por qué?
Porque algunos permanecen en movimiento, mientras que otros toman acción.
Dos palabras que suenan parecido, pero que en la práctica son completamente diferentes.
El movimiento sucede cuando estamos haciendo algo que parece que nos llevará a algún lado, pero que en realidad nos mantiene en el mismo estado. En cambio, la acción es literalmente lo que nos traerá resultados.
Vamos con algunos ejemplos:
Inscribirse a un programa o curso para aprender algo nuevo es estar en movimiento. Aplicar esos contenidos en tu vida o negocio es tomar acción.
Tener conversaciones con potenciales clientes con los que trabajar es estar en movimiento. Agendar llamadas con esas personas y cerrar la venta es tomar acción.
Planificar un nuevo proyecto es estar en movimiento. Trabajar en ese proyecto es tomar acción.
Armar un calendario con ideas de contenido para publicar es estar en movimiento. Crear y publicar el contenido es tomar acción.
La diferencia es muy sutil, pero el impacto en tu crecimiento es radicalmente diferente.
Antes de continuar:
Ya están abiertas las inscripciones a Estudios Magnéticos, mi Bootcamp de tres días para diseñadores y emprendedores creativos con ambición, que quieran ordenar las bases de su negocio, para comenzar a atraer mejores clientes de forma consistente y multiplicar sus ingresos, con estructura, claridad y paz mental.
No es que el movimiento sea necesariamente malo. La planificación y la preparación son muchas veces necesarias para el éxito. El problema es cuando nos perdemos en ese estado y no tomamos acción real.
Muchas personas se ocultan en el loop infinito del movimiento porque de cierta manera es un entorno seguro que nos hace sentir que estamos avanzando sin tomar riesgos o fracasar.
Odiamos tanto la idea que nos critiquen, que nos juzguen por lo que hacemos o que nos vaya mal con ese proyecto que nos paralizamos en el movimiento y así terminamos postergando nuestro éxito.
“Quiero tener más clientes para mi negocio, pero me da terror ser ignorado por desconocidos, así que mejor sigo publicando trabajos para que alguien que le guste lo que hago me contacte.”
“Quiero posicionarme como una autoridad en mi sector, pero me da vergüenza lo que mis colegas pensaran si comparto contenido en redes, así que mejor sigo haciendo cursos y subiendo certificados.”
“Quiero aumentar mis ingresos, pero no quiero que me vean como una persona pretenciosa y quedarme sin clientes, así que prefiero seguir haciendo tutoriales de diseño para mejorar mis habilidades como diseñador.”
Es muy fácil perderse en el movimiento porque literalmente nos aporta un falso sentimiento de progreso. Pensamos que estamos avanzando, cuando en realidad es nuestra cabeza la que se mueve y nuestros pies los que se estancan.
Por eso es tan importante dejar de obsesionarse tanto con el contenido y pasar a la acción, aplicando lo aprendido para comenzar a ver resultados antes de pasar a lo siguiente. Esto es algo que hacemos muchísimo foco en Blueprint, mi programa de negocios para diseñadores (Psst… volvieron a abrir las aplicaciones).
Entonces, ¿qué hacer para no caer en la trampa?
Hay dos cosas que a mi me funcionan muy bien:
La primera es calendarizar las acciones que suceden semanalmente y directamente hacerlas:
El newsletter que publico religiosamente todos los jueves
Los días de entrenamiento
El día de la semana que le dedico a armar contenido
Llega ese día y simplemente ejecuto. El resultado es inmediato.
La segunda estrategia aplica para proyectos más grandes y ambiciosos. En estos casos simplemente los declaro al mundo.
Anuncio la fecha del acontecimiento y en el momento en que eso se hace publico ya siento la obligación (y presión) de tomar acción para hacerlo posible. Así de fuerte me tomo los compromisos.
Estar en movimiento puede ser una buena manera de ponerse en marcha para lo que se viene, pero es la acción la que te llevará a obtener resultados.
De nada sirve aprender algo nuevo si no lo pones en práctica.
El aprendizaje se concreta con la acción.
Y es precisamente esto lo que haremos el 3 de Junio.
Un episodio del podcast
Una cita para reflexionar
“No estropees lo que tienes deseando lo que no tienes; Recuerda que lo que ahora tienes estuvo una vez entre las cosas que solo esperabas”. - Epicuro