

Discover more from Bitácora
Si, entiendo si este mail te agarró por sorpresa. ¿Qué hace Agustín enviando su newsletter la semana siguiente a recibir su último correo? ¿No se supone que llega cada dos semanas?
Todo está en constante movimiento. Nadie puede bañarse en el mismo río, diría Heráclito. Lo mismo sucede conmigo y en consecuencia con este newsletter.
El lanzamiento de mi podcast fue el punto de partida para experimentar nuevas y diferentes formas de llegar a vos. Disfruto mucho de escribir estos correos pero la experiencia de hacerlo con constancia este año me demostró que para comunicar lo que creo importante necesito de otros formatos y otra frecuencia.
Es por eso que a partir de esta semana, Bitácora pasará a ser un correo semanal y su contenido será más dinámico para que sea tu compañía en esos cinco minutos de pausa que te tomaste para un café o durante el desayuno. Si crees que esto no tiene ningún sentido recuerda que siempre está el botón para que te desuscribas al final del correo.
Pero en fin. Hoy quería hablarte de otra cosa.
Anoche mientras esperaba que se calentara la cena en el horno me encontré con un video que Youtube me recomendaba sobre cómo filmarte para que las tomas se vean como si fuera una película. Inmediatamente le di play.
El video abordaba aspectos básicos de filmación como cámaras, lentes, iluminación, composiciones y la importancia de darle un propósito a cada toma. Pero eso no fue lo que más me llamó la atención de su contenido.
Lo que no podía dejar de mirar del video era todo aquello que no decía el video. Su autora había logrado crear algo que en cada mínimo detalle se sentía propio de ella. Todo era coherente con todo porque era coherente con ella.
Los colores que usaba en sus tomas tenían sentido cuando aparecía ella. Los temas que abordaba eran coherentes con su personalidad. El ritmo de la narrativa era acorde al concepto del video. Nada parecía forzado y todo me parecía genuino.
No pude resistirme a la tentación de pensar que cultivar el estilo propio es uno de los caminos más desafiantes y gratificantes que existen para cualquier profesional creativo. Sobretodo en estos tiempos en donde el ruido es lo que más abunda.
Desarrollar y sostener un estilo propio es lo único que te va a diferenciar del resto de las miles de opciones disponibles.
No tu proceso de trabajo, no tu portfolio, tampoco tu experiencia pasada. Pero si tu estilo propio.
Y cuando hablo de estilo propio no me limito exclusivamente a lo estético, sino también a todo lo que te constituye como la persona que sos. Tu forma de pensar, tus valores, tu historia y todo aquello que hace a tu identidad también forman parte del estilo propio.
Por eso a la larga no funciona esforzarte por ser alguien que no sos. Reproducir las formas de otra persona o perseguir la última tendencia no te hará destacar del ruido. Al contrario, te hará parte del ruido.
Como creadores, existen varias cosas que podemos (y debemos) hacer en la superficie para llamar a la oportunidad. Tener un portfolio con buenos trabajos, un sitio web profesional y recolectar testimonios son cosas que ayudan a potenciales clientes a confiar un poco más en nosotros.
El punto es que todo lo que mencioné arriba son acciones que cualquier persona con ganas de hacer las cosas bien las puede tener. Para poder diferenciarte del resto vas a necesitar algo más.
Es ahí donde el estilo propio cobra sentido:
Tus habilidades y la forma en la que se relacionan entre ellas
Tu historia y las experiencias que te moldearon como persona
Las cosas que te inspiran e influyen en tu manera de diseñar, escribir, dibujar o filmar
Todo lo de arriba es tan o más importante que mostrar todos los lugares en donde trabajaste o los trabajos que hiciste, y sin embargo son pocas las personas que lo muestran y trabajan en desarrollarlo. Simplemente se limitan a copiar lo que hace el resto.
No vivas persiguiendo la última tendencia. Aprópiate de todo lo que te inspira y remixalo hasta que logres algo que te represente y haga sentido. Compartilo con el mundo. Contá tu historia.
Así es como te diferencias del mundo.
Hasta la próxima semana 👋
Nuevo episodio del podcast
El Día que Casi Perdemos a Djokovic – Con 36 años, Novak ganó su segundo US Open. Su victoria me dio pie para compartir la historia en donde casi abandona el tenis y cuál fue la enseñanza que aprendió y que todo profesional y emprendedor creativo necesita aplicar.
Una cita para reflexionar
“Día a día, lo que piensas y lo que haces es aquello en lo que te conviertes.” – Heráclito