Esta semana me topé con una recopilación muy interesante de reflexiones de Virgil Abloh, el diseñador de moda quien supo ser director creativo de Louis Vuitton y fundador de la marca Off-White.
De alguna manera, las ideas que Virgil le dejó al mundo antes de su temprana muerte llegaron a resonarme en más de una oportunidad. Es increíble cómo los limites de las diferentes expresiones artísticas se desvanecen cuando solo permanece la esencia de un mensaje.
En algún momento del video, el diseñador habla sobre la toxicidad del perfeccionismo.
Siempre me resultó curioso lo contradictorio que es buscar el perfeccionismo en el proceso creativo. Como una especie de trofeo que aspiramos recibir al final del juego.
Pero hay algo interesante que comparte Virgil al respecto y es la importancia de priorizar la velocidad en el proceso creativo para refinar nuestro trabajo a través del feedback y la iteración constante.
Con esto quiere decir que el perfeccionismo no es algo necesariamente malo, sino la consecuencia de una construcción colectiva.
En cambio, cuando llevamos el perfeccionismo al plano del ego no hacemos más que retrasar la colaboración que hace que un proyecto esté más cerca de lo perfecto.
No solo retrasa el intercambio, sino que también nos paraliza como creadores.
De hecho, el perfeccionismo es una de las principales causas del síndrome del impostor. Tenemos estándares tan altos e inalcanzables, que nos intimida empezar y compartir cualquier cosa nueva que hagamos.
Lo sé porque a pesar de todo lo que pude haber mejorado en el tema, todavía sufro por eso.
Es difícil sacar algo al mundo cuando por dentro sentís que está incompleto. Es difícil porque sentís que tu identidad está en juego y que aquello que estás por compartir no expresa correctamente quién sos y cómo te queres mostrar al mundo.
Pero con el tiempo pude aprender que ver las cosas de esa manera es como leer un libro que solo te narra el final.
La razón por la que amamos tanto las historias es porque nos atrapan los acontecimientos que tuvieron que ocurrir para que un desenlace suceda. ¿Qué valor tiene el final de una historia sin su desarrollo?
Y esa creo que es la manera más sana de ver los proyectos: como un proceso.
Un proceso que perfecciona todo aquello que permanezca en movimiento consciente y sobretodo, tenga intención de mejora.
Por eso es tan importante soltar el control y confiar.
Nunca está de más repetirlo: jamás tenemos control total sobre el resultado de las cosas.
Y como no tenemos control total sobre el resultado, la decisión más inteligente que podemos tomar es hacer pequeñas apuestas, crear algo con eso y lanzarlo al mundo para saber con claridad cuál será el siguiente movimiento.
Pero también existe otra trampa que esconde el perfeccionismo y es lo difícil que hace que podamos explorar espacios de creación que nos resulten desconocidos.
Por eso el ilustrador solo ilustra, el diseñador solo diseña y el creador de videos solo filma.
Virgil menciona en el video la importancia de estar abiertos y disponibles a diferentes disciplinas a la hora de crear.
Existen miles de combinaciones que podemos realizar a partir de nuestro principal talento y es muy probable que detrás de eso se encuentre el mayor éxito de tu carrera.
En mi programa de aceleración de negocios de diseño hablo mucho sobre esto y la importancia de integrar otras disciplinas y temas que te resulten interesantes para crear una propuesta que sea única en el mercado.
¿Cómo podrías integrar la música con el diseño web?
¿Qué puede surgir de la intersección entre el branding y la arquitectura?
¿Qué sucede cuando se unen el diseño de productos con la filosofía?
Consumir más contenido de diseño no te hará mejor diseñador, pero consumir contenido que puedas integrar al diseño sí lo hará.
En definitiva, no existe una sola manera de llegar al mejor resultado.
La vida no es lineal, el mundo nació del caos y los mejores inventos de la historia fueron consecuencia de una constante experimentación.
Tomá el camino que te llame a vos, pon a prueba tus hipótesis lo antes posible, crea en colectivo y sobretodo tenete paciencia.
Y como sé que estás listo, es hora de que comiences a crear.
Abrazo virtual,
A
Update sobre el podcast
Estoy trabajando en darle un nuevo enfoque al podcast y por eso no estoy sacando nuevos episodios. Pero quién te dice que la semana que viene sale uno…
Mientras tanto, te comparto uno de los más escuchados:
Una frase para reflexionar
“Mi observación es que los hacedores son mejores que los pensadores. Las personas que realmente crean las cosas y cambian nuestra industria son los pensadores y hacedores en una sola persona. Y si vamos atrás y examinamos, ¿Leonardo tuvo una persona a su lado pensando qué iba a pintar en cinco años o la tecnología que usaría para pintarlo? Por supuesto que no. Leonardo era un artista, pero también mezcló todas sus pinturas. También era un químico bastante bueno. Sabía sobre pigmentos, sabía sobre la anatomía humana. Y combinando todas estas habilidades juntas, el arte y la ciencia, el pensamiento y el hacer, fue lo que derivó en su excepcional resultado. Y no hay diferencia en nuestra industria. Las personas que realmente contribuyeron fueron los pensadores y los hacedores.” – Steve Jobs