Cuando ingresé al segundo año de mi Licenciatura en Publicidad entré en crisis.
Me había dado cuenta de algo que no volvería a tener retorno. Bueno, en realidad de dos cosas:
Que no quería depositar mi tiempo y creatividad en convencer a la gente que consuma algo que no necesita.
Que no quería trabajar en proyectos efímeros como una publicidad y en cambio quería crear cosas con impacto.
Desde ese día la palabra “impacto” se volvió una especie de norte en mi vida, un tipo de brújula. No sabía ni siquiera por dónde empezar pero entendía que era por ahí.
En ese momento lo más cercano al impacto que estaba buscando se encontraba en las startups. Empresas tecnologícas conformadas por unos pocos “inconformistas” con mucho potencial para hacer una gran diferencia en el mundo.
Las startups son un mundo increíble. Un ecosistema ambriento de creatividad, curiosidad y ganas de cambiar las cosas. Pero con un limitante:
No es para cualquiera.
Y eso, desde mi punto de vista, es un gran problema. Porque significa que las ideas y la ambición por cambiar las cosas pasan a un segundo plano para priorizar la profesión de la persona.
¿Pero por qué te cuento todo esto?
Porque siento que estamos presenciando un momento bisagra en nuestra historia y que muy pocos están siendo conscientes de esto.
Una revolución que está permitiendo democratizar la posibilidad de emprender a escala, de crear negocios con impacto sin depender de un gran equipo o grandes volúmenes de inversión.
Estamos siendo participes, directa o indirectamente, de la nueva sociedad digital.
Este plano comienza en las redes sociales para luego trasladarse a comunidades de personas conectadas por un mismo interés, objetivo y visión compartida del mundo.
Me gusta ver nuestro planeta desde afuera porque al hacerlo recuerdo que las fronteras son imaginarias. Y sin embargo convivimos con ellas desde hace miles de años.
Sin embargo, internet eliminó cualquier tipo de frontera y de ese caos nacieron las redes sociales.
Ahora estos mismos espacios están siendo protagonistas de una nueva dimensión: la economía de creadores.
Qué es la economía de creadores
Mientras que la economía tradicional se caracteriza por estructuras jerárquicas, trabajo mecanizado y en muchos casos falta de propósito, en la economía de creadores predomina la creatividad, la horizontalidad, los entornos descentralizados y la búsqueda constante por la actualización.
Estos entornos descentralizados permitieron la posibilidad de acceder a cualquier tipo de conocimiento sin depender del permiso de una institución que anteriormente era dueña absoluta de ese conocimiento.
Hoy los creadores de la nueva economía crean una conexión con su audiencia, monetizan su talento y educan a su público a través de contenido gratuito y remunerado.
Mientras que la sociedad tradicional está conformada por instituciones y comunidades con creencias compartidas, en la “Aldea Digital” los límites se expanden y todo está más interconectado.
Las redes sociales están permitiendo que cualquier persona, desde cualquier parte del mundo con conexión a internet y los conocimientos adecuados, pueda construir una tribu alrededor de sus intereses, monetizar su talento y crear un negocio próspero basado en sus formas y propósito.
Y aunque no creo (ni quiero) que internet reemplace por completo a la educación formal, si observo un presente en donde la nueva educación digital está ganando mucha más fuerza que la tradicional por varias razones:
Cada persona puede decidir su propia currícula basada en sus intereses y curiosidades
Nos permite elegir de quiénes queremos aprender (creadores)
Posibilita el desarrollo de habilidades modernas y de aplicación inmediata
Podemos acceder a conocimiento específico y accionable que nos permite avanzar hacia nuestros objetivos, ambiciones y propósito.
Incorporamos conocimiento para enriquecer nuestras habilidades.
Enriquecemos nuestras habilidades para aportar más valor.
Aportamos más valor para elevar nuestra riqueza espiritual y económica.
El dinero es energia en movimiento y las personas invierten en aquello que perciben como valioso. Las comunidades y programas basados en conocimiento son el nuevo vehículo de intercambio de dinero por actualización.
Y acá me parece importante resaltar la palabra conocimiento. Porque a diferencia de la información que hoy está al alcance de todos, es el conocimiento basado en nuestra experiencia lo que aporta transformaciones reales en las personas.
Conocimiento empaquetado, estructurado y ordenado de tal manera que una persona con características y necesidades específicas pueda lograr un objetivo concreto, apalancándose de la experiencia y guía de un mentor que ya transitó ese camino.
Por eso, si no estás posicionando tu producto o servicio para una persona específica con un problema concreto y en búsqueda de un objetivo valioso para su vida, entonces no harás mucho dinero.
Lo más maravilloso de esta nueva economía digital es que abre las puertas a que cualquier persona con una habilidad de alto valor o recorrido pueda crear un negocio próspero basado en transformaciones y resultados tangibles.
El gran potencial de la economía digital
En la economía digital…
Los negocios son vehículos de transformación.
Las marcas son el alma de sus creadores.
Los clientes forman parte de una comunidad con intereses y objetivos comunes.
Basta de alimentar al ego con querer ser el próximo Google, Tesla o Apple cuando la gran mayoría de las personas está desesperada por actualizar su sistema operativo para mejorar su calidad de vida, sanar una herida o mejorar su vínculo propio o con los demás.
Enfocate en acompañar a una persona a resolver un problema valioso.
Luego a diez. Luego a cien y luego a miles.
Esto lo podes lograr de mil maneras, siempre y cuando te apalanques de cualquiera de los mercados inmortales: salud, felicidad, relaciones y dinero.
Me gusta ver a las redes sociales como una metrópolis donde habitan personas de todas las características, intereses y objetivos.
Las marcas personales son “los avatares” que se desenvuelven en la nueva sociedad.
En la economía digital, las personas le compran a personas.
Y por eso los negocios apalancados a una buena marca personal no tendrán techo.
Aquello que compartimos con el mundo configura nuestra identidad digital.
Tu contenido debe aportar valor si quieres crear autoridad en tu nicho.
Pero si también quieres cultivar una tribu basada en tus valores y visión del mundo, entonces comienza a hablar más de aquello que te hace único.
Ahora bien. Existen dos manera de comenzar a crear tu identidad digital:
El primer camino es desarrollando una habilidad de alto valor y venderla
Este es un excelente paso sobretodo para quienes no poseen una habilidad valiosa para la nueva economía digital. Fundamentalmente:
Habilidades que te permitan desarrollar productos (UX/UI, Programación, Low-Code, etc)
Habilidades que te permitan escalar negocios (Funnels, Websites, Membresías, AI, Automatizaciones, Paid Media, etc)
Habilidades que te permitan comunicar y posicionar ideas (Redes sociales, Diseño, Escritura, Video, Branding, etc)
Y si puedes apalancar ese conocimiento con habilidades de marketing y ventas literalmente serás imparable.
El problema que veo de muchos profesionales y colegas es que son muy buenos creando pero carecen de experiencia (o interés) en las herramientas que posibilitan la distribución y prosperidad de sus creaciones.
Volvamos a lo nuestro.
Una vez que hayas desarrollado una habilidad valiosa para la nueva economia digital el siguiente paso es comenzar a hablar sobre el tema y construir tu autoridad en redes sociales para atraer la atención e interés de potenciales clientes.
Esto es muy importante, porque en tanto no trabajes estratégicamente en tu posicionamiento y autoridad digital seguirás dependiendo del boca en boca para mantener tu negocio a flote.
Cuando atraigas a personas interesadas en tu habilidad, apórtales todo el valor que puedas sin guardarte nada. Enfócate en dar resultados y no entregables.
Soluciones extraordinarias atraen a clientes extraordinarios.
Clientes extraordinarios atraen negocios escalables.
El segundo camino es construyendo una marca personal alrededor de tus habilidades e intereses
Todos tenemos intereses por más que te digan lo contrario.
Todos tenemos algo que nos apasiona y que puede beneficiar a otros si lo compartimos con el mundo.
Estos intereses, apalancados con tus habilidades duras, son los componentes que constituyen a tu marca personal.
En mi caso siempre tuve una profunda conexión con la creatividad, el diseño y el desarrollo personal.
Pero también tengo más de 10 años de experiencia ayudando a emprendedores a crear negocios digitales a escala.
Entonces puedo:
Hablar de creación de productos y servicios digitales (Creatividad)
Hablar de diferenciación (Diseño)
Compartir mis aprendizajes emprendiendo y aprendiendo de otros mentores con los que me formé (Desarrollo personal)
Estos pilares sumados a mi manera de compartirlos constituyen una identidad única e irrepetible.
Nadie puede hablar de lo que yo sé en las mismas proporciones y profundidad porque nadie vivió mi historia.
Y lo mismo aplica para vos.
Cuando logras integrar tus habilidades con tu identidad personal automaticamente estrarás cultivando una audiencia fiel a tu esencia y posicionándote para tus clientes desde un lugar imposible de comparar.
Y para eso es fundamental que te vuelvas un eterno aprendíz. No des nada por sentado y en cambio invierte en ser el mejor en aquello que hagas.
Este camino es más largo que el anterior pero el retorno de inversión que te llevarás es muchísimo mayor por varias razones:
A medida que crezcas podrás monetizar tu conocimiento a través de programas y productos digitales.
Si lo deseas podrás dejar de ofrecer servicios 1:1 y facturar directamente de tus productos digitales.
Tendrás una marca personal sólida que te abrirá las puertas a oportunidades únicas.
Cuanto más inviertes en tu autoridad, más te diferencias.
Cuanto más te diferencias, más prospera tu carrera y negocio.
Cómo empezar tu negocio digital
Estos últimos meses entrevistando a profesionales que aplicaron a mi programa de negocios me di cuenta de dos cosas:
Que mucha gente confunde ser profesional independiente con tener un negocio digital
Que es muy difícil hacerle entender a un profesional independiente que tiene un negocio digital
La diferencia puede parecer sútil pero conceptualmente es enorme.
Un negocio digital puede tener muchas definiciones.
Para algunos (incluyéndome) puede interpretarse como un negocio independiente o de una persona.
Que sea de una persona no significa que no pueda escalarse o tener equipo. Todo lo contrario.
En esencia, se trata de un negocio diseñado para escalarse con un pequeño equipo y apalancándose de una persona, herramientas de automatización y productos digitales basados en dos tipos de oferta:
Lo implementas vos
Lo implemento con vos
Sin ir más lejos, mi programa de negocios inicialmente creado para diseñadores es un producto digital del tipo “lo implemento con vos”, porque implica que mis participantes instalan el sistema que introduzco para sus negocios junto con mi soporte y acompañamiento.
El punto de partida es tu marca personal
Entonces el primer paso, o al menos el más orgánico y escalable que conozco, para crear un negocio digital es trabajando en tu marca personal.
Es verdad que podrías saltear este paso y apalancarte con anuncios, pero hacerlo desde una marca personal te abrirá muchas más puertas y oportunidades profesionales que solo hacerlo “para facturar”.
Como dije un poco más arriba, tu marca personal es tu identidad proyectada en la aldea digital.
Tu identidad está atravesada por tu historia y perspectiva del mundo.
Y tu perspectiva del mundo define el propósito y norte de tus proyectos.
Tu marca personal no puede ignorar tu historia de vida porque es desde este lugar que las personas conectarán genuinamente con vos y con la visión de futuro que quieres crear.
El contenido que desarrolles debe hacerse desde la perspectiva de marca personal que proyectes en base a tus intereses y habilidades.
Por ejemplo…
Si tu objetivo es ayudar a personas a aumentar sus ingresos y tus habilidades son branding, negocios y filosofía, entonces tu biografía podría decir:
“Te ayudo a prosperar con tu negocio digital desde la diferenciación y el autoconocimiento”
¿Te das cuenta lo diferente que suena eso en comparación a mostrarte como un consultor o diseñador de marca?
Documenta tus ideas
Las redes sociales son un repositorio de ideas.
Cuando sos consciente de esto, sos más consciente de lo que compartes.
Me parece importante resaltar esto porque en definitiva es lo que mejor funciona para crecer una marca personal:
Hablando de los aprendizajes que te dio la experiencia
Compartiendo tus ideas y reflexiones alrededor de tus intereses
Mostrando tu recorrido emprendiendo
Ahora bien…
Un error que veo que muchos cometen es confiar que el contenido por si solo hará que las personas lleguen a conocerte y decidan regalarte su atención.
Por lo general, estas personas son las mismas que todavía creen que en el siglo XXI un libro no puede juzgarse por su tapa.
Un buen contenido es la primera condición para crear una gran marca personal.
Pero si tu objetivo es llevar tu mensaje a la mayor cantidad de personas posible, tendrás que aprender marketing, storytelling y herramientas de persuación.
Vehículo de transformación
A medida que tu marca personal crezca y ganes claridad sobre las necesidades que tiene tu audiencia, estarás en una excelente posición para crear tu vehículo de transformación y comenzar a monetizar tu negocio.
Un vehículo de transformación puede ser cualquier producto o servicio que resuelva un problema concreto y tangible a tu cliente a través de una solución valiosa.
El problema que resuelvas tiene que ser uno que hayas experimentado en carne propia. No puede ser algo que aprendiste un día de un libro y saliste a monetizarlo.
Dan Koe, un escritor y emprendedor que consumo con frecuencia, propone los siguientes pasos para monetizar tu conocimiento:
Identifica un problema en tu vida
Conviértelo en un proyecto personal para ganar experiencia
Conviértelo en una oferta mínima viable
Vende tu oferta a un precio conveniente
Mientras tanto construye tu audiencia alrededor de tu habilidad y experiencia
Aumenta la complejidad y valor que aportas con tu oferta
Empaqueta tu conocimiento y experiencia en un producto digital que te aporte ganancias mientras duermes.
Promociona tu vehículo
No me alcanzan las palabras para expresar la vital importancia que tiene esto.
No me alcanzan porque lo vivi en carne propia durante muchos años.
Lo que más disfruto es crear productos y proyectos. Odiaba todo lo que tenga que ver con marketing y ventas.
Pero también odiaba que mis proyectos no llegaran a nadie o no se vendieran como yo quería.
Entonces tuve que integrar el marketing y la persuación a mi stack de habilidades.
El marketing está presente en todo lo que hacemos porque todo el tiempo, directa o indirectamente, nos estamos vendiendo.
Pero cuando se trata de promocionar tus productos o servicios digitales me refiero a saber:
Crear landing pages
Instalar funnels de venta
Dominar los principios del copywriting persuasivo
Conectar con potenciales clientes a través de DM
Por eso, si quieres que tu producto/servicio sea irresistible:
Identifica cuál es la situación deseada de tu audiencia/cliente ideal.
Descubre qué les está impidiendo alcanzar ese resultado.
Introduce tu vehículo de transformación como la solución definitiva a su problema.
Eso es todo. Por ahora.
Abrazo virtual,
Agustín
Reflexión del día
“El mejor y más práctico consejo lo recibí de Jim Watson, el científico que descubrió el ADN, durante un té en su departamento en Nueva York. 3 palabras, 2 significados: Evita personas aburridas.” – Josh Wolfe